miraban al horizonte y veían la belleza de su mundo, la lejanía de la vida latía dentro de si mismas,
Los pájaros se acercaban y revoloteaban a su alrededor tratando de despertar su curiosidad, pero ellas no reaccionaban a sus dulces aleteos, tan solo, miraban al horizonte aquello que vivía lejos de ellas, que sus dedos no alcanzaban a tocar, era lo que ansiaban con vehemencia.
Aclamaban la belleza, la sutileza de su existencia, correr, volar a través de ella, como sus amigos los pájaros, volar.. Y volver a dónde sus nidos fueron construidos ramita a ramita.
Lo que necesitaban era despegarse, pues no repararon en cuan grande era la carga que sujetaban sus cabezas. La primera de todas decidió iniciar el movimiento así despegando su dedito del suelo consiguió hacer un pasito adelante y estar mas cerca de sus soñados mundos, las demás quedaron sorprendidas viendo a su hermana mayor, pues nunca imaginaron que sus pies no estaban pegados a esa dura roca, así entonces dieron otro pasito. Con la alegría en su rostro se miraron de reojo y rieron, no comprendían tal cosa! Si entre todas se ayudaban, podrían algún dia llegar a su destino!
Fueron dando minúsculos pasitos, aún con la dura piedra encima de sus cabezas, diéronse cuenta de que al avanzar la fuerte roca no resistía el movimiento, pareciera que no le agradase, a más andar más iban cayendo pedacitos al suelo, descomponiéndose, degradándose y volviendo al lugar de dónde había venido, volviendo a la tierra, y metiéndose de nuevo en el inframundo.
Las hermanas, plenas de alegría, llegaron a tocar la belleza...observada desde la lejanía durante tantos días...Resplandecían envueltas en su propia luz, la felicidad en si misma habitaba dentro de ellas aquel día, y los días siguientes, y toda su entera vida..
